Buenas, mi nombre es María y soy profesora de secundaria, especialidad Economía.
Me acabo de iniciar en la metodología "Flipped classroom". El motivo por el que me he decidido a formarme es, entre otros factores, la atracción del nombre; la curiosidad sobre qué será eso de darle la vuelta a la clase y las ganas de cambio de la metodología tradicional.
Algunos podrán pensar, posiblemente con razón, que es una moda educativa más. Pero en mi caso, en mi corta experiencia, sin saberlo, ya estaba llevándolo a cabo en con mis alumnos.En lo poco que llevo aprendido del curso me he dado cuenta de que esta posible “moda” nos llevará a cambiar el aula y no sólo por darle la vuelta sino por invertir en ella los roles de alumnado y profesorado.
Para algunos, sólo se puede llegar a invertir la clase si antes se tiene claro que es necesario cambiar esos roles en el aprendizaje y en el aula. Para otros, entre los que me encuentro, invertir la clase puede suponer un primer paso para que los docentes se den cuenta de la necesidad de ese cambio.
Bueno, no sólo existen estas dos visiones del flipped classroom. Hay una tercera, la tóxica, la que dice que esto no sirve de nada, que es una tontería, que lo hacemos para no dar un palo al agua y que es una irresponsabilidad. Quienes así piensan no caen en la cuenta de que lo que es irresponsable es seguir haciendo siempre lo mismo a pesar de que todos sabemos de que todo es muy diferente y de que lo va a ser más todavía.
Por ahora estoy encantada de haberme adentrado en esta curiosa formación, os voy contando en nada que vaya sacándole más "juguillo" a éste curso.
Continuará...

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